Musulmanes mirando hacia el exterior: Actitudes hacia los no musulmanes

Peter Riddell es profesor de estudios islámicos y director del Centro para Estudios Islámicos y Relaciones Cristianas Musulmanas en la Escuela de Teología de Londres

En el segundo artículo de esta serie,¹ nos enfocaremos sobre como los musulmanes ven a los de afuera, con referencia particular los occidentales, y especialmente a los cristianos y los judíos. Aunque el primer artículo discutió las diferencias dentro de la comunidad musulmana mundial, ésta diversidad es algo contrarrestada por el efecto unificador de los textos sagrados del Islam. En las páginas del Qur’an, el Hadith (tradiciones sobre las declaraciones y acciones proféticas de Mahoma), y en los muchos textos legales del Islam yacen frecuentes referencias para los cristianos y los judíos.

INGREDIENTES TEXTUALES

Con porciones recitadas en todas las cinco oraciones diarias, el primer capítulo del Qur’an (llamado Sura al-fatiha) es el segmento más conocido de la escritura entre los musulmanes a nivel mundial. El verso siete se refiere a aquellos sobre quienes cae la ira de Dios y sobre aquellos que se han descarriado. Estos por lo general son identificados por los comentadores Qur’anicos como judíos y cristianos respectivamente.

Esto fija el escenario para pronunciamientos más cortantes en el Hadith. En ese sentido, se dice que Mahoma dijo, “Aquel entre en la comunidad de judiós o cristianos escucha sobre mi, pero no afirma su creencia con aquello con lo cual he sido enviado y muere en un estado [de incredulidad], él será uno más de los ciudadanos del Infierno de fuego”.²

Con este fundamento de las escrituras, los textos legales islámicos proceden para discriminar contra los cristianos y judíos de muchas formas. Al-Risala, un texto legal de la escuela de leyes Maliki, declara, “…La paga de sangre [compensación financiera, o ‘dinero de sangre] por [el asesinato de] un hombre cristiano o judío es mitad de lo que es un hombre musulmán, y la paga de sangre por sus mujeres es la mitad de la de uno de sus hombres”.³

Algunos eruditos musulmanes hacen esfuerzos por apuntar de que hay Qur’anic versos que muestran un punto de vista más amigable en cuanto a los cristianos. Uno de estos versículos es Q5:82: “Más cercanos…en amor hacia los creyentes encontrarán ustedes a aquellos que dicen, ‘Somos cristianos’: porque entre estos hay hombres devotos de aprender y hombres que han renunciado al mundo, y no son arrogantes”.⁴ No obstante, las referencias posteriores en el Qur’an son por lo general desfavorables hacia los judíos y cristianos y, junto con el Hadith, pueden crear una impresión global de negativismo hacia los no musulmanes.

Los textos islámicos sagrados conllevan mucho más peso entre los musulmanes comunes que lo que hace la Biblia en las tierras del cristianismo histórico, especialmente en Europa. Las comunidades musulmanas no han atestiguado asaltos sobre sus textos sagrados por ideologías liberales y agnósticas, como ha sucedido en el occidente desde la era de las luces. Para los musulmanes, el Qur’an se mantiene incuestionable, exacto y es el registro mayor de la comunicación de Allah con la humanidad.

ACTITUDES

Cuando los musulmanes se encuentran con el mundo en general, sus actitudes hacia los no musulmanes son significativamente moldeadas por impresiones adquiridas de sus encuentros más tempranos con textos sagrados islámicos en situaciones familiares, escuelas y mezquitas, donde el estereotipo negativo abunda. Por ejemplo, uno encuentra fuertes declaraciones polémicas apuntadas hacia el occidente, los cristianos y los judíos en folletos producidos por sociedades de estudiantes islámicos, así como libros de texto producidos por gobiernos musulmanes.⁵ Un folleto estudiantil musulmán de Sheffield, Inglaterra, declara: “Propagar el evangelio, en su forma presente es tan peligroso e irresponsable como entregar cualquier sustancia dañina y adictiva, ya que el error deleita a sus seguidores y las consecuencias son eternas…”⁶

El anti-semitismo musulmán puede ser particularmente repugnante. Un sermón en una mezquita palestina a fines del año 2002 se asemejaban a algunas declaraciones que surgen ahora de mezquitas en Gran Bretaña: “Allah los describió [judíos] en su Libro, caracterizados por la jactancia, el orgullo, la arrogancia, el alboroto, la deslealtad y traición…engaño y astucia…por lo cual Allah los transformó en monos y cerdos”.⁷

El occidente en general también es injuriado, como en esta declaración del Partido Islámico del Gran Bretaña: “No hay nada en las sociedades occidentales…que remotamente parezca buen comportamiento. Todos caminan en arrogancia, vanidad y pompa; insolentes, arrogantes y jactanciosos”.⁸

La naturaleza penetrante de tal invectiva fuertemente sugiere que tiene una audiencia lista entre el electorado musulmán, tanto en países con una mayoría musulmana y entre las minorías musulmanas en el occidente.

POLÍTICA Y ACCIÓN

Tal negativa prevaleciente se traduce en maltrato de comunidades no musulmanas en diversos lugares. Existen consistentes y bien fundamentados reportes de discriminación contra y persecución de minorías cristianas en países de mayoría musulmana tales como Egipto (E), Arabia Saudita (S), Pakistán (P), Malasia (M) e Indonesia (I), entre otros. La persecución se manifiesta en siete formas principales:

1. Empleo. El acceso a posiciones significantes de influencia en servicio público es mucho más fácil para los musulmanes. En general la posición de la cabecera de estado está reservado para los musulmanes (E,S, P,M), pero este tratamiento preferencial se extiende hacia los niveles más bajos de la burocracia también.

2. Educación. El estudio compulsivo del Islam es común en las escuelas gubernamentales en países de mayoría musulmana, mientras que el estudio de otra fe se excluye del currículo público (E, S, P, M).

3. Los medios. Los musulmanes disfrutan de un trato preferencial. La programación religiosa en la televisión de estado está reservada para el Islam en muchos países islámicos (E, S, P, M), con otras creencias perdiendose por completo.

4. Legislación. En muchos países de mayoría musulmana, el gobierno asigna significantes recursos públicos para la obvia islamización (E, S, P, M), incluso hasta la creación de específicos departamentos asignados para promover los valores islámicos y sus enseñanzas.

5. Adoración. Es por lo general muy difícil que los no musulmanes consigan autorización para la construcción de una iglesia o su reparación (E, S, P, M, I).

6. Alcance. Los no musulmanes comúnmente están prohibidos de involucrarse en hacer misión entre los musulmanes (E, S, P, M), mientras que los musulmanes son libres, son animados y permitidos de buscar conversos en cualquier otro grupo de fe.

7. Violencia. Esto ha sido perpetrado contra las minorías cristianas en varios lugares de mayoría musulmana (E, P, I), un hecho ampliamente reportado por tales organizaciones como Vigilancia por los Derechos Humanos y Amnistía Internacional.

Tal vez lo más sorprendente, algunos de estos fenómenos están ahora ocurriendo en el occidente también. En algunos pueblos en el norte de Inglaterra, tal como Bradford y Brunley, iglesias cristianas han sido destruidas e incluso atacadas con bombas incendiarias, y los cleros cristianos y sus esposas han sido amenazados por jóvenes islamistas intentando establecer barrios solo para musulmanes.⁹

Algunos musulmanes de mente liberal están comprometidos en buscar un entendimiento islámico del pluralismo para el siglo 21, creando espacios sobre una base igual para los no musulmanes. Por ejemplo, aquellos incidentes en el norte de Inglaterra atrajeron condenación de un número de individuos e instituciones musulmanas. Sin embargo, siempre y cuando aquellos textos islámicos que desprestigian a los no musulmanes sean inmunes al escrutinio crítico por eruditos musulmanes, el sistema del Islam continuará trabajando contra los musulmanes liberales.

Dada esta situación, ¿cómo deberían responder los cristianos? ¿Qué diferencia pueden hacer los extraños al Islam? Este será el tema de nuestro próximo artículo.

Notas al pie: